lunes, 17 de enero de 2011

Por Ángeles Álvarez Moralejo


La última noche que pasé contigo



…quisiera olvidarla pero no he podido, a pesar de que lo intento; pero es tal la simbiosis que mantenemos de toda una vida juntos que es imposible dar un zarpazo y ¡zas! Vida nueva (eso es algo exclusivo de los magos). ¡Son tantos los momentos, los gestos, los ambientes, los movimientos, los viajes, los días, las noches, las madrugadas… que hemos pasado juntos!


Era el día 31 de diciembre de 2010, mejor dicho, la madrugada del día 1 de enero de 2011, pero no importaba ya que aun habría 24 horas más para disfrutar de la vida juntos. Sin embargo llegó el momento y con un ademán inconsciente, pero típico de toda una vida contigo, al tomar el vermú, eché mano al bolso con la intención de sacarte para que lo compartieras conmigo, pero una voz a mi espalda, que estaba ojo avizor, me gritó: ¡No lo hagas!, ya sabes lo de la ley de la Leire Pajín, ahora tienes que salir a la calle, pues todo es espacio sin humo. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que estaba a punto de comenzar una nueva vida, que ya había un antes y un después, que debería adaptarme a nuevas situaciones, olvidar el pasado y abrirme a ese cambio al que, bajo una prohibición absoluta, nos ha sometido este gobierno socialista y ¿democrático?, a fin de contribuir a una más saludable sociedad.


Estaría totalmente de acuerdo con la ley si se hubiera pensado un poco en la libertad también de los que estamos esclavizados con semejante vicio.


Mi reflexión viene condicionada por varias preguntas: ¿Por qué ha aumentado el número de dispensarios de máquinas expendedoras de tabaco? ¿Por qué no han habilitado locales para fumadores y no fumadores? ¿Por qué no se colocan ceniceros en las calles, lugar exclusivo para poder echar humo? ¿Por qué tenemos que ser doblemente víctimas? Víctimas por perjudicarnos voluntariamente; victimas por tener que gastar parte de nuestros honorarios en semejante producto; víctimas por el salvaje impuesto que debemos soportar (como si no tuviéramos ya pocos); víctimas porque en invierno seremos más proclives a coger pulmonías en plena calle con las heladas que arrean en este país; víctimas porque poco a poco seremos mal mirados y se nos calificará de apestosos; víctimas porque la consumición en las terrazas tienen un considerable incremento de precio; víctimas porque será fácil localizarnos apiñados a las puertas de los locales para todos aquellos “gorrones” que siguen fumando pero que se han propuesto no comprar tabaco, con los que tendremos que aplicar la solidaridad… Además, cuando el tiempo sea tan bonacible que se llenen las terrazas, molestaremos también a los no fumadores y comenzará la guerra.


Y muchos me diréis, pues ¡deja de fumar! y yo os digo, lo dejaré cuando me salga de la punta del moño, porque no hay cosa más abominable que una prohibición. Nadie tiene derecho a prohibir de una manera tan tajante nada a nadie.


Hasta el momento hemos dado un ejemplo de civismo, pues a excepción de algunos altercados aislados, todos hemos aceptado las nuevas normas y respetamos esos espacios sin humo.


Pero bueno, todo no va a ser tan nefasto como pinta, pues gracias a dicha ley podremos hacer diariamente “cigarrones” a la puerta de los locales, lo que nos facilitará la relación social, tan escasa en los últimos tiempos y más en las grandes ciudades y esto conllevará a un incremento considerable de conocidos y amistades. Por todo ello podríamos aplicar de nuevo otro de los sabios refranes castellanos que tanta razón tienen: “No hay mal que por bien no venga"


En fin, aquí "el que no se consuela es porque no quiere".

1 comentarios:

La Chachi dijo...

El Don De La Vida

Los dones son enumerados
milagros si los aceptas
Magia, fantasía, éxtasis...
Encienden la chispa en tu alma

Cuando salga el sol del escondite
sonriendo al mundo, saludando,
y respires el olor de la mañana
Se prenderá la luz en tu alma

Nos levantamos de la muerte terrestre
y caminamos siguiendo el destino
Buscando los tesoros que nos alegran
Alimentando la esencia del alma.

Si estás sola, disfruta la vida.
Los dones más bellos, más valerosos
Son gratis para todos.
La alegría está tocando tu corazón