viernes, 1 de octubre de 2010

El tránsito del Caballero

Por Ángeles Álvarez Moralejo

Noche de luna llena, plena de misterio,

luna de agosto sin retoño.

Luz de la senda oscura, con frío,

lucha inútil sin retorno.

Cae la noche, oigo la marea

y viene el alba sin un halo de vida.

Inquietud, desasosiego y tristeza,

presintiendo una única realidad.

Paredes blancas y asépticas de hospital;

mascarillas, oxígeno y nada más.

Somnolencia en las batas de la guardia.

Sólo queda la angustia de esperar.

Olor a metal y silencio.

Quiso marcharse en el seno de la noche.

No esperó a que llegara el alba

y cerró sus ojos sin un reproche.

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