Noche de luna llena, plena de misterio,
luna de agosto sin retoño.
Luz de la senda oscura, con frío,
lucha inútil sin retorno.
Cae la noche, oigo la marea
y viene el alba sin un halo de vida.
Inquietud, desasosiego y tristeza,
presintiendo una única realidad.
Paredes blancas y asépticas de hospital;
mascarillas, oxígeno y nada más.
Somnolencia en las batas de la guardia.
Sólo queda la angustia de esperar.
Olor a metal y silencio.
Quiso marcharse en el seno de la noche.
No esperó a que llegara el alba
y cerró sus ojos sin un reproche.
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